viernes, 12 de noviembre de 2010

En sueño, ensueño


La entrada de hoy no sé si la ví en alguna película o la leí o de donde la conseguí fue un sueño que casi siempre es una mezcla de todo lo anterior y algo del inconsciente. Tal vez debería de consultarlo con mi psicoanalista, al ke no voy hace años, ke de seguro me daría una interpretación de deseos reprimidos o alguna angustia existencial.
Lo ke me llamo la atención fue ke recordé el sueño apenas me desperté, Generalmente me despierto con la convicción de haber soñado algo aunque no recuerdo ké, Si tengo suerte vagamente me acuerdo de una frase o una escena pero siempre se escapa de mis recuerdos conscientes. Estoy seguro de ke si hay un archivo onírico en el inconsciente esos retazos de sueño huyen allí
Dado ke recuerdo tan bien el sueño, más allá de su significado, decidí ke debería de escribirlo por si alguna vez le encuentro sentido o alguien más lo hace
Ese dìa dese las primeras horas supe ke ese no sería un día como cualkier otro. Sobre todo porke me encontraba en toalla en medio del lobby del edificio de mi abuela. Me extrañó estar así, sobre todo porke hacía màs de un año ke no me bañaba ahí (salvo dos veces ke cortaron el agua en mi departamento)
A traves del cristal de la puerta veìa la avenida Dos de Mayo desierta: Ningún auto ni transeúntes. Era como sí fuera la única persona en esa avenida si no en toda la ciudad, y de hecho debería de ser así porke de otra forma no estaría en toalla en medio del lobby a vista y paciencia de cualkier persona ke pasara, sobre todo yo ¡ke ni el polo me kito delante de alguien!
Y como para mi mala suerte tras cuernos palos. Sumándose a mi desconcierto todavía no me eplico por ké extraño mecanismo la toalla salió volando como por arte de magia. Por instinto y por pudor me tapé con las manos y corrí por la escalera de emergencia ke para mi buena suerte estaba a tres pasos. Mientras subía por la escalera rumbo al tercero rogaba a Dios ke nadie apareciera a botar la basura. El primer piso, lo pase triunfal, el segundo también, el tercero… Apenas unos pasos me separaban de la puerta ke me llevaría al fin del suplicio de estar sin ropa en un lugar en el ke de buenas a primeras podría aparecer cualkiera cuando de repente apareció una niña de más o menos cuatro años sentada en las escaleras
- ¿a ti también se te cae el pañal?
Mientras me hablaba pensaba en lo absurdo ke es enseñarle a los niños ke estar sin ropa es malo, si yo tuviera hijos les enseñaría a no sentirse mal por ver a gente sin ropa
Azorado e irascible sólo atiné a kitarme las manos y responderle:
“No, la verdad es ke me robaron todo. Fijate ke ni zapatos tengo”
No podrìa describir como me sentía al llegar a mi casa, es más nisikiera sé como llegué a mi casa si ya no tenía mis llaves lo ke recuerdo es ke cuando llegué mi familia estaba alrededor de la mesa inmóviles como si estuvieran congelados. Corrí tan rápido como pude hacía mi cuarto y parece ke ya ke pensé ke si esta era un día tan fuera de lo común decidí hacer algo fuera de lo común y me eché debajo de la cama, en el piso. No fue sino hasta más tarde ke comprendí que fue por miedo, cuando escuche una voz de ke no había escuchado antes de un vecino ke tampoco había visto antes y ke por lo ke podìa escuchar era padre de una niña de cuatro años
¡La niña! Fue lo ke pensé. ¿Qué va a pensar el resto de gente? Seguro ke soy un degenerado al ke le gusta andar sin ropa por la calle. ¡Si supieran ke ni sé ke hacía en toalla en medio del lobby! Es más nisikiera sé ke hago ahora debajo de la cama escondiéndome de no se kien o ké
Los sonidos llegaban amortiguados debajo de la cama pero escuché claramente:
“Queríamos pedirle disculpas por esta niña, no sé porke le ha dado la manía de estar sentada en la escalera, atenta lo ke hacen los demás y que pena lo de su nieto queríamos ofrecerle nuestra simpatía por lo del robo. ¡Si esta ciudad esta de correr, señora!”
Luego de ke la puerta se cerró supe ke los pasos ke escuchaba eran de mi abuela ke se dirigía hacía mi habitación de seguro a preguntarme sobre el robo, “pero claro ella no sabía nada del robo, ¿ahora ké me ira a decir? De seguro ke me robaron por mi culpa por llegar siempre tarde a la casa . Seguro me han robado la mochila ke me regaló, ¡un momento! ¿Por ke debería de decirme algo si yo ya no vivo acà? Los pasos se acercan, esta abriendo le puerta, ¡ke sueño!
Nunca supe si mi abuela era mi abuela de verdad o era una abuela de sueño ni tampoco kè me dijo porke cuando abrió la puerta y en el sueño me kede dormido en la vida real me despertaba y menos mal llevaba pijamas

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