viernes, 19 de noviembre de 2010

Travesuras de la niña mala


En mis primero años en la universidad adquirí el vicio de poner epígrafes casi en todo, desde los más simples informes hasta las monografías e incluso las crónicas o cuentos ke a veces escribía ya sea para tenerlos guardados o para alguna revista interna. Por este motivo destine un cuaderno como mi “Cuaderno de citas” en el ke recolectaría akellas frases ke me gustaran de libros, películas y canciones
Desafortunadamente en la mayoría de libros ke me gustaron me enfraske tanto ke al final fui aplazando la recolección de frases hasta ke terminara el libro , y luego hasta ke tuviera tiempo y así sucesivamente hasta ke el cuaderno durmió el sueño de los justos aunke a veces lo desempolvaba para apuntar alguna “cita citable”
Hace poco desempolvé mi viejo cuaderno de citas en busca de una frase de “Travesuras de la niña mala” pero no encontré ni una frase apuntada de la novela de Vargas Llosa por lo ke emprendí la ardua tarea de buscar akella frase ke me retumbaba en la cabeza en las casi 500 páginas de la novela, Mientras iba leyendo me di cuenta de ke habían partes de la novela ke no recordaba muy bien, aunke en general recordé ke la leí con delectación (tanto ke tiempo de apuntar la frase me dio)
Decidí releerla de nuevo y recorde porke me gusto tanto esa novela. Sobre todo por esa idea del amor ke soporta màs de un "ir y venir del carajo" (tal como lo definiera Fermina Daza en la genial “El amor en los tiempos del cólera”) ke acaso tiene sus raíces en las novelas de caballerías de la edad media, sin el ingrediente del amor casto por supuesto
La novela es narrada por Ricardo Somocurcio, un joven miraflorino cuya máxima ambición en la vida es vivir en París influido por la idea del París de las novelas de Victor Hugo y Zola. En la época en la ke “cambia de pantalones cortos a largos” conoce una vecina a la ke llaman “La chilenita” cuya ambición es salir del asfixiante mundo de la clase media alta de la década de los 50 a toda costa. Una clase estratificada y en la ke el ingreso de cualkier advenedizo es castigado de la manera más descarnada
Las consecuencias haran ke el romance de La chilenita y Ricardo no se concrete hasta años después en un juego barroco de encuentros y desencuentros en ciudades como París, Londres, Tokio y Barcelona en cada capítulo la niña mala (a la ke en los primeros capítulos se le conoce como La chilenita) cambia de personalidad y Ricardo sigue tan empedernidamente enamorado de ella como de los libros
Junto a la historia de la niña mala y Ricardo se dan paralelas las de Los Gravoski, o las del trujimán, junto a ellos las ciudades en las ke se desenvuelve la novela son un personaje más. Ricardo y la niña mala confluyen en ella en el momento en el ke son focos culturales. La alusión al Perú es sólo referencial por las cartas ke recibe Ricardo de su tío Ataulfo la proverbial pregunta de Zavalita ¿en ké momento se jodió el Perú? Acá no tiene respuesta, desde los primero capítulos asistimos al espectáculo de un Perú jodido por la discriminación y el clasismo y se se vuelve a joder a lo largo de la novela (por la dictadura de Velasco, el conflicto armado y el gobierno a García) pero no es más ke un lugar de nostalgias como en el caso de Ricardo y de aversión por la niña mala
Según los críticos esta es una de las obras menores de Vargas Llosa, entre muchas de las críticas ke ha tenido la obra estan la poca profundidad psicológica de los personajes y la confusión del amor con el erotismo así como la poca profundidad en el convulso escenario político de la época. Sin embargo las trepidantes peripecias de la niña mala nos tienen en vilo en las 500 páginas de la novela, y ese, creo ke es el mèrito màs alto de una novela

1 comentario: